Precioso martes ¿verdad?
Hoy me he levantado pensando en ¿qué sería de mi sin mis amigos?
Recuerdo, que muchas veces, llamaba a un conocido amigo, pero ¿quiénes son los amigos? buena pregunta ¿verdad?
Llamamos amigo, a cualquier persona a la cual hemos añadido al tuenti, al facebook, o simplemente nos sigue en twitter, pero ¿estos son nuestros amigos? Yo creo que no, hagamos un retroceso en el tiempo y lo averiguaremos.
Volvamos a nuestra infancia, primaria y secundaria, recuerdo que todos eramos amigos de todos, todos jugábamos con todos, nos lo prestábamos todo,... pero llegan ciertos momentos en los que, realmente los necesitas, necesitas a alguien que te apoye, que te diga que no te dejará caer, que no te dejará solo, que te ayudará con tus problemas, que juntos podemos. Es en ese preciso momento, cuando te das cuenta de quién es y quién no es tu amigo.
Porque un amigo no es solo un símbolo de apego, es mucho más, es una persona que está contigo en cualquier momento de tu vida, una persona que sea algo bueno o malo siempre va a felicitar, apoyar o ayudar, una persona que te saca sonrisas cuando más las necesitas, que te hace reflexionar cuando te equivocas, que te ofrece la suya sin ánimo de lucro, sin esperar nada a cambio de ti, completamente gratis, solo tu amistad y tu correspondencia.
Pero de éstos, quedan realmente pocos en la vida, especialmente, cuando entras en el bachillerato o la universidad, en esta etapa y en adelante, los verdaderos amigos los puedes contar, y te sobran dedos con una mano.
¿Quién no ha pasado por una situación dura, penosa o similar en la que haya necesitado a alguien y nadie había? TODOS, sí, Todos, absolutamente todos hemos sufrido esto, pero cuando menos te lo esperas, aparece alguien de la nada, y te demuestra quien es tu verdadero amigo, a lo mejor, lo has conocido hace unas semanas, unos días, o unos meses, pero te ha demostrado que todos los años de amistad con otras personas, han sido nulos, y que después de tanto tiempo te han abandonado.
Cuando alguien nos defrauda, aunque sea de quien menos se espera, da rabia, sobre todo si es alguien muy especial para ti.
Os contaré una anécdota, que es importante que sepáis...
Cuando mi abuela murió, el mundo se me vino encima, no quería ni respirar; necesitaba un apoyo, alguien que estuviera conmigo, que me abrazara, que me calmara,... sabéis... pensé que mi novia me visitaría, y que ella sería el apoyo que necesitaba, pero.. ¿sabéis qué? no apareció, a la mañana siguiente, teníamos examen y lo único que me dijo fue lo siento y me dio un beso en la mejilla... ahí me di cuenta que jamás podría sentir nada por ella, me defraudó como jamás nadie lo ha hecho, pero no guardo rencor, simplemente asimilé. Afortunadamente, sí aparecieron mis amigos, esos que puedes contar con la mano, pero que nunca te abandonan.
Esta es una entrada en conmemoración y agradecimiento, dedicado, a esas personas que siempre están ahí, y que nunca nos abandonan.
¡GRACIAS DE CORAZÓN!